Ya no me encuentro preguntando sobre amor, por fin no hay nada que pretenda no saber.
Todas las dudas me las estoy sacando con vos. El paso del tiempo y nuestra relación logra hacerme dar cuenta de qué es el amor y qué siento con respecto a eso.
Entiendo que no hay relación entre amar y envejecer.
Siempre creí que podíamos llegar a formar una familia, a estar juntos ,a envejecer.
Ya no me encuentro preguntando como dar. Por fin comparto, por el miedo de perder el milagro de tus caricias llegando el amanecer.
Amor nunca te va a faltar, pero no parece bastarte, siempre tenés que buscar a otras que te den lo que yo no puedo. Pero…y si puedo?
Ya no me puedo contestar un “yo que sé?”, por fin entiendo que en tus redes yo caí.
Soy otra más de todas esas que caen en tus trampas. Tenés ese “no sé qué”…
Ya no me encuentro preguntándome “por qué?”, por fin entiendo que esta vez es "porque si".
Porque te vi, te deje entrar, cerré la puerta y te elegí.
Y me encerré en vos y le bloqueé las puertas y las ventanas a un nuevo amor. No lo necesitaba.
Porque esos 2 faroles pueden hacer que si estoy fané, las pequeñas cosas se bañen del brillo de esa ternura que transmitís cuando me mirás.
Tus ojos, tu mirada, lo que me transmitís, lo que me producís. Es increíble cómo me derrite solamente que me mires.
Hoy puedo entender que te gusta el té, que odias el café, que no querés rosas, que a pesar del vértigo no hay altura que impida que me saque el disfraz.
Nunca voy a dejar de ser así, pase lo que pase. Vos y yo, siempre, contra todo.
Tirando a matar, dándonos changüí, puro razonar, puro frenesí.
Nos tomamos tiempos, pero nos extrañamos y necesitamos. Intentamos entender qué pasa, pero la falta del otro se nota demasiado, o por lo menos de mi parte. Sin vos no puedo.
Siempre fue así nuestra historia, que funcione o no, que esté bien o mal, vivirlo con vos para mi es la gloria.
No sé si funciona. No sé si está bien. No sé si está mal. Sólo sé que cuando estoy con vos, es como tocar el cielo con las manos.
Sin escatimar, sin darnos de más, sin acelerar, sin tirar pa’ atrás.
Te pido y me das. Me pedís y te doy. No nos rendimos ni decimos que no. Nunca.
Siempre fue así nuestro asunto, le falta de acá, le sobra de allá, retocándolo, pero siempre juntos...
Ya no le temo a esa cagona que habita en mi ni a sus ataques tontos de furia precoz.
Celos mezclados con miedo e inseguridad por un temor constante a perderte y tenerte lejos.
Distingo excusa y resultado, y hoy elijo estar con vos.
Siempre elijo estar con vos. Sé ver la situación desde afuera y ser objetiva, pero aún así te sigo prefiriendo.
Ya no me encuentro figurando en el veraz, por fin no debo más de lo que va a venir.
Ya saldé todas mis cuentas y las deudas que tenía con la vida por haberte elegido no las tengo más.
Pago el precio de tenerte, darte amor y ser felíz.
Y lo pago con gusto, quiero que seas feliz sólo conmigo, no soportaría verte con otra.
Porque me es imposible imaginar agonía más cruel, más aterradora que tu cuánto y mi alma alejándose; uno arriba del tren y otro en la estación.
Imagen de película que siempre la tengo presente. Y la distancia? Y el tiempo? Y el destino? Y la vida? Nos va a separar?
En los momentos en los que quiero escapar de mi propia piel, vos sos mi doctor.
Siempre sos lo que yo quiero que seas, siempre estás ahí para mí aunque no lo note.
Con tu panza y mi panza rozándose no hay poeta que no haga una canción.
Ya no confundo amor con miedo a no encontrar tan buen sexo.
