Cuando busque las
formas de despedirme nunca las encontré, nunca las encontras en el
momento, si iba paralizada por rencor, tristeza y olvido. Un tiempo para recordarte no es más que una canción y
basta, todo se presenta y como decirle adiós?
No
te digo adiós en cada momento que pasamos, ni de cada canción, no te digo adiós como interrupción de
tu vida, de tu forma de ser, no es un adiós que conmueve ni un adiós que
envenena, es simplemente un adiós motor, un adiós carbón… se consume, eso
quiero darte, un adiós leña de este amor quiero darte y cómo? como un impulso motor. Un adiós que
no te pese y que de la única forma que sepas de mi es viéndome [no
te voy a ver] y que esté dentro tuyo, que se consuma junto con tu orgullo…
aquel que alguna vez nos distancio y junto al mio aquel que nos angustio, eso quiero darte un adiós que te lleve hacia delante,
que se consuma dentro tuyo y sea parte de tu energía, de tu llama,
de tu valor. De una vez he
comprendido que lo que vivimos fue un largo y lindo paseo, que me contagiaste
la inocencia, que no hicimos eterno el amor, pero hicimos eternas muchas cosas
y de eso no te olvides, tu histeria y mi paciencia, mi enojo y tu paz, formulas
para reír sin parar, para vivir y cantar y nada más, nada más.
Este
adiós que te doy que te sea breve, que te sea una canción [cualquiera sea] y te
refleje, te empareje, te salpique de ilusión, porque lo que
hemos tenido ha sido hermoso y no tiene siquiera un despojo… que fue un tiempo
de lucha y nunca supimos que no gana el que no escucha, ahora lo sabes, ahora
lo se y te lo digo de corazón yo no tengo ninguna razón para tenerte, fue dulce, amargo, sin sabor, una
locura, un dolor, un drama, una calma y mucha suerte.
Allá en el fondo de mi conciencia,
yo podría haber hecho más pero hubiese valido menos, quizás hubiese sido más largo pero con muchos tragos
amargos, lo que
quedo siempre me gusto, muchas gracias y adiós.